Seis de cada diez empresas declaran pérdidas ante la Agencia Tributaria

 

No hace tanto tiempo, apenas cinco años, el Estado ingresaba 44.800 millones de euros por el impuesto sobre sociedades. Hoy, no alcanza los 20.000 millones, un importe que sería todavía menor si el Gobierno no hubiera subido los impuestos a las empresas y eliminado beneficios fiscales.

Sin embargo, elevar tributos donde no hay ganancias sirve de poco. Solo el 41,4% de las empresas que declararon el impuesto sobre sociedades presentaron un resultado contable positivo, punto de partida para determinar la base imponible del impuesto. No existen cifras peores en las bases de datos de la Agencia Tributaria.

El último informe anual de recaudación, correspondiente a 2011, evidencia que el impuesto sobre sociedades solo es progresivo sobre el papel. En la realidad, las pymes aplican tipos mayores que las grandes empresas que, a su vez, tributan más que los grandes grupos y multinacionales. La legislación contempla la posibilidad de que los conglomerados empresariales tributen como una sola sociedad a través del régimen de consolidación fiscal. Ello permite reducir de forma significativa la factura tributaria.

En España existen algo menos de 3.000 grupos consolidados y, sin embargo, sus beneficios superan al resto de empresas. Los datos de Hacienda son elocuentes. En 2010, los grupos consolidados lograron 89.490 millones de beneficios frente a los 66.895 millones de las empresas individuales. Tras aplicar las exenciones, beneficios fiscales y los ajustes por consolidación, la base imponible de los grupos consolidados quedó en 28.186 millones frente a los 48.216 millones de las compañías individuales, la mayoría de las cuales son pymes.

Así, los grupos consolidados, pese a tener mayores beneficios, aplicaron un tipo efectivo sobre beneficios del 5% y pagaron a Hacienda 4.496 millones en 2011. En cambio, las empresas que no forman parte de un conglomerado empresarial tuvieron ganancias menores, pero tributaron al 15,3% y abonaron al fisco algo más de 10.000 millones.

La mayoría de empresas del Ibex aplica el régimen de consolidación fiscal y rechaza la idea de que pagan pocos impuestos. Las multinacionales defienden que el resultado contable que refleja la estadística tributaria incluye los beneficios en España, pero también los dividendos repatriados, que suelen estar exentos en virtud de los convenios para evitar la doble imposición. Es decir, parte de sus beneficios no pagan impuestos en España porque ya tributaron en el extranjero. Así, las multinacionales argumentan que, en realidad, el tipo efectivo sobre beneficios que aplican es mayor del que indica el informe de Hacienda.

En cualquier caso, el Gobierno actual entiende que las grandes empresas deberían pagar un gravamen real mayor y desde diciembre del año anterior ha aprobado sucesivas medidas en este sentido. Eliminó la libertad de amortización, incrementó los pagos fraccionados y limitó la posibilidad de deducir de los gastos financieros. Aun así, en 2013 la recaudación por Sociedades caerá un 2,9%

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